CHICKEN ROBOT: The Rescue

Entre los mejores programas que he visto en internet esta Chicken Robot en donde salen personajes  entrañables de nuestra infancia de una forma muy graciosa. Entre los muchos buenos capítulos de esta serie  tenemos el especial por sus 100 capítulos, denominado The Rescue. Comparto con mis lectores un capítulo especial de esta interesante serie.

RELATOS DE HORROR EN EL TROCADERO DEL CALLAO

 FANTASMAS EN EL TROCA

Por Epicúreo solapa

Guau, guau, guauuuuuúú.., grrr., Son algunos de los sonidos que se escuchan en las madrugadas en el Trocadero del Callao. Pero, ¿A que se deben esos ladridos y aullidos de perros? De acuerdo a algunos vigilantes nocturnos del lenocinio: “los perros ven almas”, espectros que se han quedado atrapados en la vieja casona cuya construcción se remonta a inicios de los años 60, cuando el zar del vicio Manuel N.T, compra un extenso terreno de más de 1,000 metros cuadrados por el óvalo Centenario en los extramuros de Lima y  Callao, es ahí donde edifica el burdel más grande que ha tenido el Perú y que no volverá a tener jamás. 

Desde los años 60, en el Troca han ocurrido múltiples hechos que escribirlos llenarían miles de páginas:  flirteos, consultas, pulseadas, besos, arrumacos, abrazos, reclamos, mentadas, sexo de unos a más  minutos que permite tener  desde un intenso placer a la experiencia más quejumbrosa; pero no todo queda ahí, en el Troca se han visto enamoramientos, noviazgos, matrimonios así como amores imposibles, rabietas de amantes, lloros, lamentos, tristeza, y sobre todo soledad, una  muy profunda soledad que embarga a muchos que han pasado por el Troca; todo ello ha cargando el ambiente con una energía que los perros y algunas personas extraordinarias  pueden sentir como es el caso de un vigilante nocturno del burdel, quien un día de muchos después de tener sexo con una puta, le conto a está algunas cosas que había visto y oído en sus múltiples noches de vigilancia en el Troca. 

Cuenta: “Mi labor en el troca es salir con los perros a patrullar a partir de las doce de la noche. Los perros con los que salgo siempre están ladrando cuando pasamos por los corredores A, B y C  debido a los múltiples ruidos que se escucha, pero esta se intensifica cuando pasamos por los cuartos del segundo piso, ahí se escucha con mayor nitidez movimientos de catres como si estuvieran cachando, a veces grito diciéndoles que el Troca ha cerrado, abro la puerta y no veo a nadie. En el corredor central a veces escucho gemidos fuertes y muchas veces gritos como si se estuviera ‘corriendo’ la puta” y “No pocas veces aúllan más mis perros cuando se aparece un fantasma en el último cuarto del lado derecho del segundo piso, es una mujer de baja estatura, un poco gruesa, de cabello pintado rubio, a quien no he podido verle la cara”. El vigilante no quiso decir más, según me conto la puta; quizás como en los sueños su memoria se diluye en el amanecer.

El Trocadero del Callao por dentro, corredor derecho que tiene segundo piso.